ESTACIÓN DE MURCIA


La Estación de Benalúa, a finales del Siglo XIX.
Postal de Fabert, editada por Bazar Pascual López.

La Estación de Benalúa de Alicante conocida como estación de Murcia comenzó a construirse en 1885 y se inauguró en 1888. La línea ya se había inaugurado anteriormente en 1884 para no desaprovechar económicamente las posibilidades de ésta. Se trataba de una línea de ferrocarril de Alicante a Murcia con ramal de Torrevieja a Albatera que uniría ambas capitales con Elche, Orihuela o Torrevieja cuyo puerto quedo habilitado para el comercio de primer nivel. De este acontecimiento destaca la anécdota del descarrilamiento del tren inaugural, con el presidente de Gobierno Don Antonio Cánovas del Castillo a bordo.

La estación propiedad de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, fue realizada por el ingeniero francés M. Alemandy, que diseño un edificio de rostro ecléctico, siguiendo el gusto clasicista italianizante y afrancesado. De dos plantas con dos alas laterales, destacan su balaustrada con un reloj central y la marquesina con delicados trabajos de fundición. Su cubierta de hierro fundido es de la escuela de Eiffel.

Esta estación fue emblema de la línea, puesto que era la cabecera y se instaló en un punto estratégico en la red al ser el Puerto de Alicante el de mayor tráfico comercial del Mediterráneo español. Debido precisamente a esto, al localizarse la estación de Benalúa junto al mar (antes la línea de costa llegaba hasta prácticamente unos metros de la estación), su cimentación se tuvo que realizar sobre pilotes.


Plano de Alicante con los dos
enlaces de la estaciones al Puerto
La consolidación de las instalaciones ferroviarias en Alicante desembocó en un rápido crecimiento económico. En nuestra ciudad se daba la combinación de las comunicaciones por carretera y por ferrocarril, unidas a una industria incipiente en la provincia y la conexión directa con el Puerto para la llegada y salida de mercancías, que provocó un rápido crecimiento en Alicante que repercutió en toda la provincia. 

Cuando en 1884, apareció en la escena alicantina la Compañía de Andaluces, propietaria, como ya sabemos, de la línea Alicante-Murcia y Torrevieja, se mostró muy interesada en construir su propio enlace portuario. De este modo, se podría canalizar hacia el puerto alicantino la gran cantidad de emigrantes de la Vega Baja y Murcia, el comercio ilicitano de la alpargata, la sal de Torrevieja y los productos alimenticios de la huerta del Segura.


El 1 de Febrero de 1941 se creó la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles, RENFE, que heredó todas las líneas de ancho normal español explotadas antes por manos privadas.

En cuanto a las tendencias de tráfico, se van definiendo progresivamente a medida que pasa el tiempo: la renovación de la línea Alicante-Murcia entre 1965 y 1970 posibilitó la implantación de un servicio intensivo de cercanías, protagonizado por doce circulaciones diarias.



Estación de Benalúa en 1983 ya sin uso
El desarrollo del puerto motivó la entrada de las vías en el interior del muelle de Poniente, y los trenes regionales que conectaban Alicante con Murcia se concentraron junto con el resto en la Estación de Madrid. La falta de uso, motivó que el último tren comercial saliera desde aquí en el año 1974, 90 años después del trayecto inaugural de la línea.

Desde entonces, su uso ha sido inexistente, y el Puerto ha empleado la playa de vías y la zona de clasificación de trenes para organizar y aparcar los vagones de mercancías. 


Durante muchos años la estación presento un estado lamentable de abandono con diferentes proyectos en el aire para rehabilitarla sin que ninguno llegase a materializarse. Se producían incendios dentro, y era okupada sin que el edificio tuviese ninguna protección.



Fachada de la estación abandonada en 2006
Fotografía de Oscar Marín
Interior de la estación abandonada en 2006
Fotografía de Oscar Marín
En 2009, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) cedía a Casa Mediterráneo el inmueble para su uso, tras su rehabilitación, como sede del consorcio público. Tras tres años de obras, la estación de Benalúa ha sido sometida a un proyecto de rehabilitación que ha permitido cerrarla, salvaguardándola de las inclemencias del tiempo y del vandalismo, permitiendo su uso para oficinas y espacios de usos múltiples.


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